La vida
Mis viejos hablan de la libertad, como si se tratara de alguna pariente lejana que se fue a vivir a otro país. Hace mucho que no saben de ella, siendo que en un pasado no muy lejano, salia a compartir cosas con ellos colgándose de sus manos casi como un accesorio mas del momento, y raspándoles las ideas para crear vida en los espacios oscuros, ya que donde las cadenas atan, la libertad se convierte en llave. Ahora la pariente lejana viene cada tanto en una típica visita de medico, como dirían ellos. A veces les pasa por al lado sin siquiera mirarlos, en un grupo de pibes que apenas van rozando la inocencia o la picardia que se escapa del cascaron, cuando la vida aun mantiene intactos los sueños y la idea de que las abejas no pican. La libertad ahora no es una amante que se va con vos después de una fiesta, o la risa de tus amigos a las tres de la mañana alrededor de una fogata. Pero si despierta en las tardes de bicicleta que mi viejo se obliga...