Cable
Me muero por dormir la siesta,
en la misma cama donde duermen tus ideas.
Quiero enredarme en tu sonrisa relajada,
que narra sobre lagos a las tres de la tarde.
Necesito quedarme desnuda
y sentir tus manos explorando las dudas,
para que al fin inventemos a la certeza.
Porque, mi amor,
donde el amor nace,
lo dubitativo cesa.
Abrazame, voy a convertirme en tu fogata
para que te calientes conmigo,
y descanses de ese invierno
que viene durmiendo en tu corazón,
hace tanto tiempo.
Asi como los ricos tiemblan
ante la revolución de los pobres,
yo quiero entregarme a la locura
que me ofrece
el color de tu alma.
Yo no hablo de mañana,
hablo de tu boca y la mía,
del sol junto a tu cama.
De tu cuerpo, y el mío, fusionando
los estribos.