Las falacias

Busque metáforas, señorita. Busque donde sea. Me dice y yo miro por todos lados buscando por el cielo, las paredes, las piedras, las hormigas, las plantas, la vieja de la esquina que barre con el ceño fruncido absorta en su mundo de pensamientos, en el viejo de al lado que le chita a una piba y esta pasa más rápido por la vereda, en mis viejos amando pero no conciliando, en la parra que aguarda y en la violencia no directa que pasan por la TV.
No puedo decir que: estoy con sueño por eso las ojeras, porque anoche no dormí de tanto pensar, por lo cual tuve que levantarme de la cama a hacerme un té de tilo, ya que abandoné desde el pucho hasta el vino porque estoy harta de vivir en guerra conmigo misma.
Puedo decir entonces que:
sueño con la idea del cuerpo en un transe temporal, estas dos lagunas debajo de mis ventanas al alma son el diario de la mañana frente a este mundo de modelos de revista con miedo a la mascaras cayendo sobre el suelo. Anestesiada como estrella fugaz, de la realidad solo para crear nafta que logre prolongar esta sed de sueños que no contagia a mi armadura.

Hoy no tengo ganas de salir a pelear
contra este caos
que lleva por nombre aquello que la vaca envidia desde un matadero: vida.
Soy una copa de vino en pedazos sobre el sofá de algún héroe olvidado.

Deje sobre el puerto de algún lejano pasatiempo todo aquello que me roba de mi hogar.
Oh jazmín, me encuentro de pie en una guerra oscura, me convierto en una soldado que jamás pidió un arma de fuego para balear al espejo.

Puedo decir:
Ansias de refugiarme en tu hoguera y saciar este hambre de paz sobre mis huesos.
Amor, el mundo deja de imitar al sentimiento de los suicidas por la madrugada, porque ahora tus alas emanan poesía.
Tu sonrisa es la nueva bandera para la revolución de cada nuevo día.

No puedo decir:
Me muero de ganas por refugiarme en tu cama, y así  calmar este dolor que llevo en el alma.
Amor, el mundo me deja de parecer una mierda porque ahora tus abrazos me llenan de alegría.
Hoy empiezo de nuevo, porque existe tu sonrisa.

No puedo decir, pero lo digo.

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