Jugo

Sublime esperanza
de que el mundo sea lo que siempre quise ver, cuando ni yo primera persona
aún no cumplo con mis propias ganas de ser.
Esta absurda idea humana
de querer cosechar diamantes
en el árbol de naranjos
¿acaso las naranjas no son diamantes también?
Todo brilla bajo estas manos
si cumple con su función de quitar soledad
a una común tarde de verano.

Aparatoso caos de ideas,
para aquellos que aún aguardamos por el sol
en esta larga noche de invierno.
No hace falta más ni menos,
tenemos naranjas para aguardar por la primavera.
Las ansias de escapar servirán de nafta
para correr a través de estos siniestros atropellos a una justa libertad.
El mundo es lo que es.

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