Tierra
Hay un par de palabras atoradas,
que siempre salen cuando el alcohol
le da lengua y boca, a lo que duerme debajo
de la alfombra.
Sedarse para que la mente respire,
y el pecho no se apriete,
es el nuevo grito de la moda
para los adultos que tienen secuestrado
al niño sin voz, que fueron,
pero aún detrás del incendio
siguen siendo.
Vamos a subir el volumen a la música,
hagamos sangrar los dedos
y que los labios se paspen.
Esa piba se va a llenar de ríos por dentro,
hasta que un día sin querer queriendo,
termine llorando en los brazos de un tercero.
Me da lástima pensar, somos tan desconfiados,
que tuvo que venir otro para limpiar el agua.
¿Hasta donde reman los marineros
cuando pierden los dos remos?
Baja el agua, y hago pie,
acabo de sacar a la nena que dormía dentro mío,
no deja de llorar y me exige gasa para las heridas.
Para esto, tengo que destruir todo lo que
ellos creen bueno,
y darme un abrazo para conciliar el sueño.
No quiero más abrazos de terceros.
no puedo ser tuya,
porque tengo que ser mía
primero.