Nocturno
A lo lejos un hombre duerme,
estoy de pie dentro de una habitación
totalmente en penumbras
en mis manos una linterna
que alumbra
hacia todo eso que se esconde detrás de las paredes, ahora transparentes,
de la locura psicodélica
que conlleva a la frutal locura
de los aburridos
Quiero prender las luces,
abrir las ventanas
romper las puertas
y bajar las paredes,
pero me come las manos el diablo,
me pasan factura los calendarios
y solo quiero tirarme a dormir
mientras las pilas de la linterna
se desintegran
La oscuridad del cielo
que ahora
ciega
me hace querer abrazar al desagüe
que comienzo a transitar,
soltando la soga
que sostiene el puente
empiezo a tropezar
Me arden las manos
y comienzo a escribir,
con un pedazo de pluma blanca
la poesia parecen narrar cada corte,
cada penumbra, y todo el desastre
de depresiones provocadas
El papel se llena de palabras,
las luces se encienden,
las ventanas se abren,
las paredes se caen
y el hombre desaparece
El rey está muerto.