El mantel a rayas
Es de noche en el bar,
y estoy besando a la luna que duerme
sobre el pedestal de la ventana,
apenas es lunes, y los locos
hablan de sábados por la noche
En una esquina de este
puente sanjuanino,
duerme un poeta que llora más
de lo que siente
así que escribe solo dagas
que le regalan a los locos
espadas nauseabundas de segunda
Yo estoy enamorada de un poeta,
que solo toma vodka
y le recita poemas a la parca
de estos cuerdos,
que tienen la bendición de ser dormidos
mientras que nosotros tenemos
como
mares
la poesía
y el vino
Bailo con todos los locos
que escriben poesía a las cuatro de la mañana, gritando auxilios
que jamás llegan ni terminan,
le entrego mi diamante
a los desesperados
que doblan sus rodillas para la libertad
Soy las estrellas fuera del bar,
que el no está dispuesto a tomarse
la valentía de salir a contemplar,
hijo del sonido sordo de su overol
y la locura convirtiéndose en cabañas
en el medio del bosque
Estoy sentada en el bar besando a la luna
pero casandome con el mar
de los peces color cian
y las medusas azules.