El alien cambia de hogar

Me dejo caer sobre una amplio fardo de hojas secas otoñales, la sombra de un alamo me invita a una siesta. Doy un bostezo y cierro los ojos dejándome invadir por una paz halabadora.
No se cuanto tiempo me hundi en un profundo sueño, pero de a poco fui abriendo los ojos, cuando lo hice me encontré con los negros ojos del ser alienígena.
  - Buenas tardes-saludo.--Perdón si te desperte.
  - No pasa nada ¿esta todo bien?
  - Para nada-admitió rápidamente.-Hoy estoy un poco mas triste que de costumbre.
  - ¿Que paso?
El alien se recuesta a mi lado, pero en el pasto, y me mira desde ahí.
  - Me quieren unir eternamente con una reina, pero yo no quiero.
  - ¿Por que no queres?
  - Porque me quieren casar, como dicen los terricolas. Casarse es algo demasiado complicado-nego.-Cuando los seres hablan de uniones eternas me siento aterrorizado, porque ni siquiera yo soy eterno-me mira y sonrie un poco-No te incluyo porque vos sos un caso especial.
  - Es verdad-me rio.-Ustedes, los seres mortales, suelen ser poco responsables con materias de eternidad. Pero no por gusto, sino por naturaleza.
  - Exactamente. Pero en mi planeta no piensan así.
  -¿Y quien quiere esa union?
  - Mis progenitores. Ellos piensan que creando esa unión voy a encontrar mi estabilidad cósmica. Me negué y me vine para aca.
  -Esta bien.
  - No, no esta bien.
  - ¿Por que?
  - Porque son mis creadores, y siempre tienen la razón.
  - En esta vida nadie tiene la razón, la razón es relativa-agarre una hoja y la puse frente a sus ojos-¿Te parece una hoja completa, normal?
  - Totalmente.
  Arranco dos partes de la hoja, y el ser frunce el ceño.
  - ¿Y si te digo que estabas equivocado, que recién ahora esta completa?-le dedico una sonrisa-Para vos estaba completa antes, para mi antes estaba incompleta. Ahora esta completa para mi, pero para vos ya no. La razón esta en cada uno de nosotros. A veces los mayores se equivocan, como también nos equivocamos nosotros y eso esta bien, es normal, porque somos seres imperfectos. Pero aun así debemos perseguir un solo fin, entre medio de tanto caos, y es ser feliz. Nadie va a hacernos felices, nadie puede decirnos como ser felices, toda la razón y verdad de nuestras vidas la tenemos nosotros mismos.
El alien sonrió ampliamente, asintió y para mi sorpresa se acerco hasta mi depositando un suave beso en mi mejilla.
  - Leí en un libro terrestre, que ese gesto significa gratitud o simplemente un saludo. Pero yo lo voy a tomar como gratitud. Tu amistad me esta salvando del vacío existencial, Alma, estoy agradecido por tu existencia.
  - Gracias a vos por hacer de mi existencia un poco mas liviana.
Me acomode en las hojas mirando hacia el cielo, acto consiguiente el alien se acomodo sobre el pasto, imitando mi pose y nos quedamos ahí recostados, invadidos por la suave brisa que nos regalo la tarde de este martes.
A veces la compañía salva de los errores, cura dolores y hablanda corazones, e incluso a veces nos regala emociones.
  - ¿Me puedo quedar por un tiempo con vos?
Pregunta, casi como pidiendo permiso para hablar. Ninguno se mira, no hace falta.
  - Bienvenido.