Puentes amarillos

Ideales de la vida. Héroes del mundo. Genios de la rutina. Campeones de la muerte. No los entiendo. No te entiendo. No entiendo. Me desate las manos en el momento cero, dejándome libre ante los gestos que ahora me son ajenos, al fin ¡al fin! La presencia de la luna, la huida del sol, solo deja secuelas que me duelen mas que el mismo dolor. Pero todo es efimero, todo va y viene, como esos genios que ahora, para mi, ya no son mas genios sino un par de inútiles sin remedio. Vos sos uno, para siempre. Dejame acá, donde estoy, en un barco alejándose de una isla desértica, que no hacia mas que regalar alucinación. En el mar encontré la paz, y en tu ausencia libertad.

Los tipos de corbata Que regalan flores, Mientras los dolores llueven En la puerta de tribunales Los edificios murmuran, Mientras miles de pasos ajenos Se hacen susurros En un par de oídos con miedo, Al sonido de una única voz, Que ya grito lo mismo de siempre. Un par de ojos lloran, Mientras un corazón implora. Los diarios duermen la siesta, La tele se enamora de otro, En la radio nadie hace eco, Y en las calles sigue desfilando un dolor Que no alcanza consuelo. ¡No seas cruel con tu venda! Esa venda que cubre tus ojos, Tu alma y corazón. No alimentes el vacio de los destinos. Esos cuerpos elegantes que desfilan, Por la mañana escaleras abajo, Escaleras arriba, ¡Saben mucho de escritos y papeles! Pero ¿que hay de la risa de todas ellas? Una mano apaga la luz, La otra cierra la puerta, Y cuatro pares de ojos lloran A otra ausencia eterna.