Los aliens y el alma

Estoy sentada en la punta de una montaña. El atardecer esta cayendo y dibuja con sus sombras parte de mi cuerpo. El paisaje de los cerros parece bailar frente a mis ojos e invitarme a danzar un sin fin de sensaciones que prometen una unidad eterna, doy un suspiro y cierro los ojos dejando que el aire puro se cole en mis pulmones.
  - ¿Vos crees que la vida es una realidad o una mentira?
Aquella voz grave me hace abrir los ojos y sonrio un poco al encontrarme con el alienigena fumando un pedazo de pasto dentro de una ramita de caña.
Me encojo de hombros y lo miro, el esta sentado a mi lado, perdido en la inmensa naturaleza que esta frente a sus ojos.
  - Creo que la vida es real, si ¿y vos?
  - Creo que la vida es real cuando es linda, porque cuando todo se torna difícil deseo que todo sea una mentira. Me vuelvo mas escéptico de lo que ya soy.
  - El dolor nos hace frio, calculadores y narcisistas. Pero no es el fin, a veces la solución es tan simple pero nosotros demasiado dramáticos.
El alien me mira con una sonrisa y me regala una flor dorada, abro la boca sorprendida, jamas en mi vida vi una flor dorada. Parece notar mi impacto, asi que coloca la flor entre mi cabello.
  - Alma.
  - ¿Alma?-le pregunto sin entender.
  - ¿Viste que tiramos la idea de crearnos nuevos nombres a base de buenos momentos, para recordarlos con felicidad?-asiento- Bueno, para mi sos Alma.
  - ¿Por que Alma?
  - Porque sos eso que no tengo, y porque sos exactamente como los terricolas describen el alma. Ellos hablan del alma como si el amor y lo lindo de la vida se encerrara en ello, deben ser buenos para conservarla y no perderla. Y yo cuando te veo siento eso, me enseñas todo lo que no se o creía olvidado, sin querer floto, fluyo y creo en algo, me haces mas...mas bueno.
  - Vos si tenes alma.
  El se rie como si acabara de contar un chiste, da una pitada a la cañita y larga el humo negando ante la afirmacion que escapa de mi boca.
  - No tengo, o no tenia...hasta que te conoci a vos.
Siento como el calor sube a mis mejillas, le quito la mirada llevandola hacia el paisaje ya casi oscuro que se dibuja ante mi.
  - Fue un buen año.
  -Si.
Afirma.
  - Ahora yo te pregunto de nuevo ¿crees que la vida sea real?
  Lo escucho dar un suspiro, de esos que sueltan malas vibras y dejan entrar positivas.
  - Para mi la vida es todo eso que me hace bien, que me recuerda que no estoy de pasada sino que vine para lograr algo.
  - Vos si que viniste a la tierra con un proposito-bromeo y el ríe de nuevo achinando los ojos, yo me uno a su risa.
  - No vine en busca de nada.
  - Claro que si, venias vacío ¡hasta creías que no tenias corazón!
  - Eso es verdad. Entonces creo que inconscientemente vine en busca de algo.
  - ¿Ah si?
  - Si.
  - Vine en busca de vida, vida para mi. Y en el camino me encontré con mi alma.

Ambos nos miramos y nos dedicamos una sonrisa. La noche cae, el silencio invade convirtiéndose en un silencio comodo, tanto que temo romper. Los dos regresamos la mirada hacia el paisaje frente a nosotros, dejándonos invadir por su inmensidad.
  - Feliz año nuevo, Alma.
  - Feliz año nuevo.
  - ¿Vamos a brindar con una constelación de estrellas?

Me propone y yo acepto. No hay nada mas que decir.

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