Estoy.
Estoy tímida, estoy frágil, estoy callada, pero estoy mas inteligente, estoy mas loca, estoy mas rápida, estoy mas positiva, estoy mas mujer.
Valgo tanto, que me abrazo con todas las fuerzas, me mezquino de a ratos y me reservo para los mejores sueños que se animen a caminar a mi lado.
Me di cuenta que el eclipse fue muy grande, demasiado para tan poco en este espacio, así que me sumerjo por entre medio de constelaciones.
El reloj se rompe y cae de la pared, por primera vez en la vida acepto el gustito amargo que se me mete en la muela,para después escupirlo.
Estos ángeles no pertenecen a ese infierno, así que hay que coser las alas para retomar el vuelo. Dejo que el rió negro se lleve las piedras a donde pertenecen: al vació. Me encamino al bosque, siento el pasto colándose entre medio de los dedos de mis pies, veo el sol colarse por los arboles y asiento, asiento porque al fin entiendo, que es necesario adquirir el sabor agridulce de la infidelidad del otro, para comprender que a veces, solo a veces, para el resto es poco cuando están acostumbrados al infierno.
Valgo tanto que me amo, mucho, muchísimo.
Estoy tímida, estoy frágil, estoy gritando, estoy llegando.
Estoy libre.
Valgo tanto, que me abrazo con todas las fuerzas, me mezquino de a ratos y me reservo para los mejores sueños que se animen a caminar a mi lado.
Me di cuenta que el eclipse fue muy grande, demasiado para tan poco en este espacio, así que me sumerjo por entre medio de constelaciones.
El reloj se rompe y cae de la pared, por primera vez en la vida acepto el gustito amargo que se me mete en la muela,para después escupirlo.
Estos ángeles no pertenecen a ese infierno, así que hay que coser las alas para retomar el vuelo. Dejo que el rió negro se lleve las piedras a donde pertenecen: al vació. Me encamino al bosque, siento el pasto colándose entre medio de los dedos de mis pies, veo el sol colarse por los arboles y asiento, asiento porque al fin entiendo, que es necesario adquirir el sabor agridulce de la infidelidad del otro, para comprender que a veces, solo a veces, para el resto es poco cuando están acostumbrados al infierno.
Valgo tanto que me amo, mucho, muchísimo.
Estoy tímida, estoy frágil, estoy gritando, estoy llegando.
Estoy libre.