El sur
No, para, deja que me acomode entre medio del desastre y te presté mi campera para que dejes de pasar frío en tu sur. Te invito a dar una vuelta en mi norte, mientras me voy nutriendo de tus tierras.
Me abrazó al insignificante sonido que hace tu razón cuando conecta con mi presencia, entonces por fin entendés que hablamos distintas lenguas pero de alguna que otra forma no dejamos de charlar entre señas qué crean una nueva nación entre vos y yo.
Esta bien que mientras te miras en mis ojos y yo en los tuyos, descubras que tú re descubrimiento me da un nuevo viaje a la nada pero a la vez al todo.