Pasado de tiempo.

Me encontré con alguien hace unos días, y fue por pura casualidad, hacía mucho frío pero ahí estaba yo peleando entre poder sacar un changuito incrustado de otro en un súper mercado. Estaba siendo un día bastante difícil y puedo afirmar que mi humor estaba tan gris como el día. De golpe sentí a alguien ayudándome a sacar el bendito carrito y cuando escuché su risa me di cuenta enseguida quien era; me giré para verlo y esos ojos achinados color negros podría reconocerlos en cualquier lado. Inconscientemente me pregunte porque esta vez no me puse colorada, por qué no sentí la necesidad de soltar todo y alejarme de su lado. Los dos nos quedamos un rato sin saber que decir, pero como siempre el hablo primero con un "Siempre tan pensativa vos" y me reí, porque el supuso que estaba pensando tanto como sabía hacerlo, su imagen de mi había quedado intacta y eso de cierta forma me halagó: todavía me recordaba. Pero yo ya no pensaba tanto, yo ya no me sonrojaba con verlo y su presencia ya no me ponía tan nerviosa como para salir corriendo. Su imagen de mi ya era un pasado tan lejano, que me golpeó sutilmente. Esta vez no quise conversar más que un "gracias" "¿como estás? ¿que tal tu familia?" Y nada más. Capaz ya no me sentía cómoda dándole charla al pasado, seguramente me sentí cerca de un charco que ya había saltado ¡y como me había costado! Sin querer me acordé de Fito Paez cantando el amor después del amor, me sentí así pero más bien como "el vacío despues del amor" Me dió igual cuando sugerio una salida a caminar por ahí, le sonreí por cortesía con un "dale" que escondía debajo un "no, gracias" Me fui con la mirada neutra en busca de lo que sea, pero dándole la espalda, y esta vez no fue de forma metafórica sino de forma física, tan real que me abrace a ese vacío de un amor pasado, tan pasado que por primera vez lo sentí ajeno. Me sentí bien, aunque reconocí un pequeño detalle: sin querer me había vuelto fría, aunque sea un poquito, y ahí entendí que uno es lo que el resto hace con nosotros; aunque no se note, aunque solo sean pequeños destellos se quedan ahí por siempre, en susurros pasados de tiempo.


Entradas más populares de este blog

Quien Dice - Salta La Banca

Ultima carta de Frida Kahlo a Diego Rivera

🦇