Le tengo miedo al silencio que se crea después de desatar una tormenta. Ese silencio que toma paso cuando confesas todo lo que tu mente grita hace años, todo eso que tu corazón necesitaba vaciar. El silencio se crea y las mentes gritan, gritan cosas que la boca no logra exteriorizar. Dentro de nuestras mentes están todos los sueños, todos los miedos, todos las confesiones que son nada más y nada menos que nuestro ser en alma pura.
El silencio grita, el corazón llora, y el alma implora libertad. Sos lo que sos, pero no sos lo que ellos quieren que seas. Vivimos con sueños frustrados, con metas que parecen lejanas pero cuando ya son cercanas te tambaleas, deseas lo que ya no tenes y no te conformas con lo que tenes en presente. Nunca te conformas, no te conformas porque sabes que hay cosas a las cuales renunciaste, cosas que amaste y besos que extrañas, dejas atrás esa parte que solías ser, dejas atrás esa parte tuya que era feliz donde sabía estar. Te convences de que estas bien, te obligas a creerte cosas que sabes que no son verdad. Te obligas a ser lo que no sos, solamente porque ya no hay vuelta atrás. Ese silencio que hay en la noche que te hace encontrar a solas con esas ideas, que te hace acariciar sueños que jamás van a pasar.
Le tengo miedo a la verdad de sueños no cumplidos, de presentes que amaba que ya son pasados. El tiempo pasa y me acomodo en el último vagón del tren. Miró por la ventanilla como los paisajes desaparecen a medida que la velocidad avanza, y contempló con curiosidad lo que esta por venir.
No tengo miedo, quiero ver, quiero conocer. Quiero ser feliz. Quiero ser libre. Y aunque duela, quiero volver a vivir.

Entradas más populares de este blog

Quien Dice - Salta La Banca

Ultima carta de Frida Kahlo a Diego Rivera

🦇